Un rincón de la Casa de las Palabras

Un rincón de la Casa de las Palabras





30 may 2014

Los letrados

Lo prostituyen todo
con su ánimo gastado en circunloquios.
Lo explican todo. Monologan
como máquinas llenas de aceite.
Lo manchan todo con su baba metafísica.

Yo los quisiera ver en los mares del sur
una noche de viento real, con la cabeza
vaciada en el frío, oliendo
la soledad del mundo,
sin luna,
sin explicación posible,
fumando en el terror del desamparo.
Gonzalo Rojas

2 may 2014

Si sé lo que escribir, jamás escribo

Si sé lo que escribir,
                                       jamás escribo.
Si escribo es por saber lo que sabré,
aquello que aparece
                                        al descubierto,
mientras uno lo escribe,
y se desnuda
sólo para nosotros,
y no aparece más en lo desnudo.

Si sé lo que decir,
                                  no digo nada.
Igual que nada pienso,
                                            si sé lo que pensar.
Si digo, es por asombro
de adónde me conduce estar diciéndome.

Si sé lo que sentir,
                                   ¿para qué amarte?,
cuando lo tuyo propio es la sorpresa
de permitirme amarte en este tránsito.

Si supiera escribir,
                                     no escribiría.
¿Para qué ser escriba de alguien mío
que impone que yo viva a su dictado?

Si escribo, es por probarle a mi ignorante
el ánimo interior de su ignorancia,
la fuerza capital que hay en la búsqueda.

Nunca saber,
                          y siempre estar diciendo.
Nunca escribir,
                              y estar siempre intentándolo.

Todo es incertidumbre,
                                              y suspensivo.

Carlos Marzal