Un rincón de la Casa de las Palabras

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22 feb 2012

Mito

El Héroe robó a los dioses el espejo, corrió hacia la Verdad y se lo puso delante de la cara diciéndole: "¡Conócete!" "¡Mientes!", clamó la Verdad hacia su propia imagen, al verse tan horrenda, y con el solo trueno de su voz pulverizó el espejo en miríadas de añicos diminutos que el viento dispersó como la arena. De esta manera, si, haciéndole mentir, el Héroe había vencido, en efecto, a la Verdad (ya que habiendo mentido justamente acerca de sí misma se transmutó del todo y para siempre en la Mentira), también la Verdad, a su vez, destruyendo aun a costa de su propia ruina el espejo retador, había logrado desarmar al Héroe y hacerlo definitivamente inofensivo contra sí, pues no quedó de lo veraz más sombra por todo el universo que el vago e inocuo iris que bajo el sol sesgado del poniente formaban por un instante cada día los infinitos añicos del espejo, dispersos por remotos y desolados arenales, mientras que la que ya no fue a partir de entonces más que la Mentira pudo seguir recibiendo en todas partes la pleitesía y el homenaje que se rendían de antiguo a la Verdad.

Rafael Sánchez Ferlosio, Vendrán más años malos y nos harán más ciegos

11 feb 2012

La muralla

Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
Los negros, su manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.

—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel...
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés...
—¡Cierra la muralla!

Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla...

Alcemos una muralla
juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte...

Nicolás Guillén

6 feb 2012

El verdadero artista

No cuadro, no escultura,
no música, no poema.


El verdadero artista
es el que su Alegría crea.

Gloria Fuertes